Aunque había dicho que iba a elegir una sola narración, finalmente me han gustado tantas que he elegido tres: una en la que se narra el principio, otra el desarrollo (y parte del final) y otra que cuenta lo que ocurrió al final.
El 8 de noviembre fuimos al teatro Jovellanos en autobús y mientras que íbamos en el autobús...¡CANTÁBAMOS! Y se nos pasó el tiempo volando, al menos para mí.
Fuimos en fila andando al teatro. Cuando llegamos ¡por dentro parecía un castillo! Con alfombra roja y todo. Cuanto nos sentamos en los asientos, que eran comodísimos, se apagaron las luces y empezaron a actuar.
Al empezar la función había dos pillos que se llamaban Catalina y Serafín, y los dos eran muy amigos y jugaban al escondite.
Eunice González
Cuando Serafín buscaba a Catalina, ella se escondió detrás de un cofre tapado con una gran sábana.
Un gran rato después cuando Serafín encontró a Catalina, ellos dos jugaron a los bomberos, pero luego ¡había fuego de verdad! Entonces llamaron al bombero Tilín Tilín Tilero y lo arreglaron todo.
Como Serafín estaba jugando con fuego, se quemó. Para que no volviera a pasar nos trajeron un libro de bomberos y también nos enseñaron que el número de los bomberos es 080.
Hicieron un baile con luces y moló mucho.
Daniel Manjón
Cuando el bombero acabó de explicar el libro, le llamaron por un incendio, les dejó el libro y la manguera. Entonces Catalina le llevó la manguera y Serafín cogió una cerilla y la tiró detrás del escenario.
Cuando llegó Catalina empezó a salir humo, llamaron al 080 y se agacharon. Después llegó Tilín Tilín Tilero y apagó el fuego, y le dijeron a Serafín que no jugase más con fuego.
Luego cantaron y al final nos hicimos una foto con Tilín Tilín Tilero.
Alumnado de 3ºB del Colegio Público Montevil (Gijón) con el bombero Tilín Tilín Tilero, después de la obra "Dos pillos y un bombero". |
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